Llorar no es debilidad, es solo una manifestación de tu espíritu, que siente amor, alegría, dolor o añoranza por aquellos que se marcharon y ya no están.
Amar no es debilidad, es solo una muestra de la pureza de tu ser, que puede darse sin condiciones ni restricciones, sin dudas ni complejos, sin miedos ni perturbaciones.
Sentir ternura no es debilidad, es solo un reflejo de un alma que puede tener compasión por aquel que pide amor, o atención, por aquel que con un abrazo te puede decir cuánto te ama.
Comprender no es debilidad, es solo un efecto de nuestra capacidad para ver más allá, y estar consientes que todos tenemos una historia que nos marca y nos hace actuar.
Ceder no es debilidad, es solo una respuesta del amor, porque cuando amamos cedemos para llegar de la paz a la armonía, y pasar de la infelicidad a la alegría.
Perdonar no es debilidad, es solo el sentir de un corazón que está dispuesto a dar una segunda oportunidad.
Es débil quien no llora, quien no ama, quien no es capaz de sentir en su corazón ternura, quien se niega a comprender, quien nunca se permite ceder, quien por orgullo no puede perdonar, es débil por que vive en la indiferencia para no verse frágil en todos esos momentos que su alma se deja ver……
Susan Duarte