Y cuando siento frío no hay nada mejor que tus labios, un solo beso puede dar mucho calor cuando se da con el corazón.
Sí, soy yo, esa extraña que un día invadió tu vida y transformó tu mundo; no sé aún por qué desde ese instante supe que eras tú, el ser con el que yo quería vivir mi vida,
nada es coincidencia, y tu apareciste allí entre la multitud, un día de mucho frío...
No había tiempo para escuchar mi voz interior, el miedo al desamor no permitía mi liberación; pero llegaste tu, y me permitiste ser libre, llenaste cada vacío, me enseñaste a confiar y a creer de nuevo en el amor.
Sí cambié todos tus esquemas, derrumbé esos patrones de conducta que creaban en ti muros, estabas preso y no querías volar, ahora veo cuanto hemos crecido juntos, hemos aprendido el uno del otro.
Como tu dices: ”TODOS SOMOS ÁNGELES DE TODOS”, y no fue en vano conocerte aquel día, has sido mi gran amigo, eres el padre de mis hijos, y mi amor, ambos nos hemos ayudado en cada momento de debilidad, tristeza y dolor,
ambos recuperamos la esperanza cuando se nos ha escapado.
Ahora estamos aquí Diez años después de ese día,
siempre juntos y mas enamorados que nunca.
Te amo Otto...
Susan Duarte